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Abdominoplastia, la cirugía que mejor soluciona la flacidez del abdomen

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En un 70% de los casos, la diástasis del recto abdominal se desarrolla tras un embarazo a raíz de la presión interna por el crecimiento del útero. También puede originarse debido a la obesidad.

El recto abdominal es el músculo encargado de mantener la posición erguida del cuerpo y facilitar la flexión del tronco. Además, este músculo ejerce una función importante durante el proceso respiratorio: limita la inspiración y favorece la espiración.

“La pared abdominal es la que sostiene los órganos internos dentro de la cavidad. La línea alba es la que une los músculos que se fortalecen mediante ejercicio. Cuando la línea se separa, se produce flacidez, se altera la apariencia del abdomen, aumenta su volumen y puede confundirse con sobrepeso”, señala la doctora Marlen Bustillos (M.N. 94.065), especialista en cirugía plástica estética y reparadora.

La experta remarca que esta lesión puede provocar la debilidad del suelo pélvico y generar incontinencia urinaria, prolapsos, molestias en la espalda, dolor pélvico o problemas digestivos como gases, estreñimiento o mala digestión.

Un problema estético y funcional

Todas las embarazadas se ven afectadas por la diástasis abdominal, ya que si no sería imposible el crecimiento del útero dentro del abdomen. La recuperación de esta musculatura abdominal va a depender del número de embarazos, de si fueron múltiples o de si el embarazo terminó en cesárea.

Además del embarazo, el aumento y la pérdida de peso rápidos, y las lesiones al levantar o hacer ejercicio pueden causar este problema.

La mayoría de las veces el diagnóstico se realiza junto a las ecografías obstétricas, pero el definitivo se realiza luego del parto y con el correr de los meses cuando empiezan las manifestaciones clínicas.

Hay algunos ejercicios y acciones de kinesiología que pueden minimizar los síntomas y reducir la protusión del vientre.

El tratamiento tradicional suele hacerse en el contexto de una abdominoplastia. Una vez calculado el volumen de separación de ambos vientres musculares, se procede a reforzarlos y acercarlos a la línea media.

El inconveniente se puede solucionar por vía laparoscópica: se ingresa al abdomen por abajo, cerca del pubis, se cose de un lado al otro y se achica esta distancia que hay entre los dos músculos.

“Cuando esta intervención es realizada por un cirujano plástico entrenado, puede asociarse a una cirugía completa del contorno corporal en la cual podrán incluirse procedimientos accesorios como lipoaspiraciones modeladoras, dermolipectomías para quitar los excesos de piel, marcación y afinamiento de la cintura y marcaciones de músculos abdominale”, completa Bustillos.

Finalmente, cabe aclarar que cada paciente tiene su indicación y la consulta médica es la llave de inicio para la resolución de esta frecuente condición clínica.

Fuente: TN