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Una opción sin prótesis

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Para lucir unos bonitos senos, no hace falta recurrir a implantes artificiales. La mastoplexia es un tipo de cirugía que los levanta y da firmeza a las mamas caídas

La cirugía estética busca mejorar ciertas partes del cuerpo, a través de medios quirúrgicos, para lograr una apariencia definida o atractiva. En referencia con las mamas, la colocación de prótesis ha sido una de las cirugías a la que más han recurrido las mujeres, con el fin de obtener firmeza y forma en los senos.

Los cambios bruscos en el peso, el crecimiento de las mamas en el embarazo, la flacidez y la falta de ejercicios ocasionan caídas o deformación de los senos pues pierden elasticidad. Para corregir esta dificultad muchas pacientes han obviado los implantes y han recurrido a otra opción: La mastopexia.

La mastopexia o cirugía de pexia mamaria ayuda al levantamiento y reubicación de los senos dirigiéndolos a su posición natural, bajo procesos que eliminan tejidos mamarios excesivos, incluyendo en el mismo método la reubicación del pezón y la areola. El cirujano trabaja de forma progresiva alrededor de la areola según el tamaño del pezón, viendo en ocasiones la necesidad de extenderlos hasta el pliegue submamario.

La mastopexia no es más que “la cirugía que persigue modificar la forma mamaria para revertir una apariencia caída y hacerla más armónica con la silueta femenina. La cirugía no solo eleva las mamas, se pueden modificar también el tamaño de las areolas para hacerlas más pequeñas y simétricas, cambiar la posición areolar en relación a la mama en casos de divergencias o convergencias marcadas y regularizar los contornos del seno para hacerlos más agradables”.

En relación con las edades para esta cirugía se puede decir que aunque las mayores de 18 años pueden aprovechar este método, se dirige más a mujeres que ya han pasado por la maternidad y se recomienda para las que presentan molestias en sus senos. “No existen criterios de exclusión para realizarse la cirugía más allá de un buen estado de salud general de la paciente y local de las mamas a ser intervenidas”.

La mastopexia puede generar ciertas cicatrices, dependiendo de cada caso y del tiempo de cirugía complementaria que deba ponerse en práctica durante cada intervención, esto quiere decir que cuando existen mamas poco caídas o de tamaño estándar los especialistas abordan procedimientos de pequeñas incisiones que enfrentan cicatrices poco notables que se pueden confundir con el color del pezón y de piel.

“La cicatriz más extensa a la que una paciente de mamas caídas se puede enfrentar es la T invertida o coloquialmente llamada ‘ancla’ que corre por la parte inferior de la mama, una rama vertical en el centro mamario y alrededor de la areola. Este tipo de cicatriz se realiza en pacientes con grados severos de mamas caídas. En grados menores se hace necesario retirar menos piel por lo que la cicatriz residual llega a prescindir del componente horizontal o vertical y por ende, es mucho más corta”.

Fuente: eluniversal.com